jueves, 1 de febrero de 2007

Choque de "Pistolas"


Muchos han tenido problemas con la polixía, pero el de "Pantano14" es diferente... Muy diferente. Disfruten su relato. (Algunas palabras han sido escritas con otra ortografía, para evitar problemas)

Salí a carretear el miércoles pasado. Fuimos con unos amigos al barrio Suecia... Sí, ya sé: está bastante cuma el sector, pero pa ir de caza está bien. Es como estar en pleno campo de batalla, en Camboya. Pero cómo me iba a imaginar que la guerrillera con la que me toparía iba a estar armada de verdad... Con pistola y todo.
Eran unas packitas que habían salido a huevear. Hay packas que con copete se vuelven locas. Partimos haciendo un salud, y después sus miraditas y coqueteos. Finalmente llegamos con mi partner a su mesa y nos sentamos a conversar. Ahí nos contaron que eran packas, de una comuna que no revelaré. Esa weá me atrajo más todavía. Era la posibilidad de cumplir con una de mis más grandes fantasías. Bla bla, sus risitas, unos copetes, su par de palos... En una hora ya estábamos listos. Ellas eran cuatro, nosotros dos. "Vamos pa otro lado", dijo mi compadre. Las packas engancharon, y en menos de dos minutos ya estábamos afuera. Nos subimos todos a un solo auto (el mío), y partimos derecho al departamento de una de ellas. Más copete, sus cariñitos y salta la liebre: a un dormitorio con una de las packas. ¡Oye, la cagó la paca! Parecía que nunca hubiera tocado una. Le digo: "¿me está registrando, mi cabbo?"... "Eso no es na...", contesta ella. De repente se toca el tobillo y saca la tonta pistola debajo de una de las piernas del pantalón. Pum, pá, racatán... Me agarra y me empuja a la cama. Caigo como saco de papas, y ella encima. Me langûetea la cara y se sienta sobre mí. Me apunta con la pistola, cagada de la risa. Yo, pa no quedar como gil, le sigo el juego y me hago el rudo. Pero en el fondo, cagado de susto. Con la otra mano me desabrocha el cinturón, me abre el botón, me baja el cierre. A esas alturas, igual excitado, pero sin cachar nada. La packa mete la mano, me saca el quetejedi y grita: "Alto ahí. ¡Polixía!", mientras apunta con su pistola hacia mi miembro. Fue en ese momento cuando el niño se asustó. De rígido, pasó a lánguido. Se escondía, como pidiéndome ayuda. Una hueá instantánea, peor que pegarse un chilito en la punta. "Oye, no hueís...", le dije, mientras me lo guardaba de nuevo en el pantalón. La packa me mira desafiante y dice:
- "Te acabas de perder la mejor experiencia de tu vida, hueón".
- "De más, pero no estoy pa hueás tan cuáticas"

Me incorporo y salgo de la pieza. Le digo a mi amigo que nos vayamos, y él me mira con cara de pregunta. La mina me sigue y me dice: "Oye, no seai así po...". "¿Qué pasa?", preguntan todos. "No me siento bien, me quiero ir" y bla bla bla... La packa saca de su cartera un papel, escribe su número de teléfono y me lo pasa. Lo guardo, más por cortesía que por otra cosa, y salgo del departamento.
Pasaron los días y no puedo dejar de pensar en lo que pasó. De repente me dan ganas de llamarla. Igual quedé con la vena hinchada. La packa estaba harto rica, y hasta me arrepiento un poco. "Te acabas de perder la mejor experiencia de tu vida". La frase rebota en mi cabeza. ¿Qué hago? ¿La llamo? Ayúdenme a saber qué hacer.

10 comentarios:

Mr. Problem dijo...

Buen relato, amigo "Pantano14". Para algunos usted es bastante aweonao, porque estuvo a punto de cumplir el sueño de muchos, y se cagó entero. Pero para mí, eso no es así. Los años me han demostrado que el P.N. es un órgano al que hay que cuidar por sobre todas las cosas. Arriesgar la integridad por un culión... eso sí que es de aweonaos. Si le apuntan con un arma, amenazando lo quizás más preciado para un hombre, es algo serio. Es peor que el Sida, porque ni doble condón lo podría proteger de eso. Weonas locas hay en todas partes, y uno nunca sabe... Es más, incluso puede ocurrir un accidente. ¡Imagínese si se le escapa un tiro a la niña! Para mí, demasiado riesgo. Porque aunque sobreviviera, ya lo dice la sabiduría popular: hay pocas cosas más feas que una cicatriz en la pichulita.
Mi consejo: no la llame. Olvídese de la frase que le quita el sueño, y piense con la cabeza de arriba, antes de que por caliente pierda la de abajo.

chilesiguesocialista dijo...

Gran historia... creo que igual debieras llamar a la guardián de la ley e intentar hacerla chupete, exigiendo que salga desarmada. Y si es así, la desarmas tú, pero a cachas.

errecé
visita chilesiguesocialista.blogspot.com

Anónimo dijo...

Estoy en completo desacuerdo con Mr. Problema. Usted amigo Pantano 14 es un cobarde, pero debe superarse. Llame ya. Póngaselo. Hagase hombre como se dice en el campo.

Alejandro Tapia dijo...

un verde con la policía verde...
la historia es fantasiosa, pero quién es uno para juzgar...
dele, dele, dele, dele
salud!
NS

Verónica dijo...

Podrías llamarla, ya que puede resultar un buen contacto en caso de que te tengas que sacar un parte.
Igual bastante freak la experiencia. Ojalá que para la otra no aprete el gatillo.

Saludos.

Anónimo dijo...

parece que tu pistola era de agua

Unknown dijo...

mmm, parecìa relato del doctor corazon de la cuarta, jajajajajjaja, debo reconocer que me caguè de la risa, màs aùn con los comentarios de los señores, en fin, màs que eso.........no me quedarìa con la duda, creo que es lo peor......
La cagò la idea de poner un blog de "problemas", jajajaja, a pèsar de ser tan comunes es una vìa de escape para no hacer tàn problema el mismo problema, wààààààà me saliò a frase de mina miss mundo.
bye!.

bufonazo dijo...

parece q tu pistola era de agua...ajajajajajajaa

q comentario aquel....

jajajaa
yo no se que hubiera pasado conmigo en esa situacion...asi q guardo silncio
suerte!

Anónimo dijo...

Una buena historia,

ARQUITECTO MOLINA dijo...

llame ya